Hospitalidad en acción: Centros de Atención Psicosocial en Parelheiros
Según el informe global The Mental State of the World in 2023 de Sapien Labs, Brasil tiene el tercer peor índice de salud mental en un ranking de 64 países. Los datos fueron analizados en base al impacto de la pandemia de COVID-19 en la salud mental global; sin embargo, Brasil ya tenía la tasa más alta de trastornos de ansiedad del mundo en 2017.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 5,8% de la población brasileña (alrededor de 11,5 millones de personas) sufría de depresión y el 9,3% (aproximadamente 18,6 millones de individuos) presentaba trastornos de ansiedad en ese período.
Estos índices están fuertemente relacionados con las condiciones de vulnerabilidad social que afectan a una gran parte de la población brasileña, como ocurre en la región de Parelheiros. Factores como la pobreza, el desempleo, el hambre, la violencia, la desinformación y el difícil acceso a cuidados de salud básicos contribuyen al surgimiento o agravamiento de trastornos mentales.
En respuesta a las necesidades de esta población vulnerable, las Hermanas Hospitalarias, en colaboración con la Municipalidad de São Paulo, ofrecen atención multidisciplinaria gratuita en salud mental a través de los Centros de Atención Psicosocial (CAPS). A continuación, explicamos qué es el CAPS, cómo funciona y cómo las Hermanas Hospitalarias llevan su carisma y hospitalidad para beneficiar a la población de Parelheiros.
El Centro de Atención Psicosocial (CAPS) es un servicio de salud mental brasileño, comunitario y gratuito, que trata y reintegra socialmente a personas con problemas psíquicos. El CAPS es una iniciativa del Ministerio de Salud y opera a través del Sistema Único de Salud (SUS), integrando la red de atención a la salud mental en el país.
El servicio promueve un enfoque más humanizado, tratamiento individualizado, atención psicosocial y reintegración del individuo a la sociedad. La atención es proporcionada por un equipo multidisciplinario, que puede incluir médicos psiquiatras, pero también psicólogos, asistentes sociales, terapeutas ocupacionales, enfermeros y otros profesionales. Existen diferentes tipos de CAPS, clasificados según la gravedad y las necesidades de la población atendida.
El CAPS Parelheiros
El CAPS Adulto III Parelheiros está en funcionamiento desde 2008, atendiendo a la población adulta de la región sur de São Paulo. El servicio está destinado a personas con trastornos mentales graves y persistentes, ofreciendo atención integral las 24 horas del día.
La unidad ofrece atención individual, actividades grupales y talleres terapéuticos, como círculos de conversación, artesanía, danza y escritura. Además, busca fortalecer el protagonismo de los usuarios y sus familiares a través de la rehabilitación psicosocial y la participación en actividades comunitarias. Desde su inauguración, el CAPS Parelheiros ha brindado asistencia en salud mental a aproximadamente 11.400 personas.
La integración de las Hermanas Hospitalarias al CAPS
Aunque el CAPS es una iniciativa pública, sus unidades pueden ser administradas en colaboración con entidades y organizaciones sociales, como hospitales, ONG y organizaciones religiosas. Estas alianzas juegan un papel fundamental en el fortalecimiento y expansión de los servicios ofrecidos y aseguran que las necesidades de las comunidades se aborden de manera más integral, especialmente en áreas de alta vulnerabilidad social.
Las Hermanas Hospitalarias gestionan diferentes unidades del CAPS, como la de Parelheiros, desde 2008. El trabajo conjunto con la iniciativa pública va más allá del mantenimiento y funcionamiento del servicio.
Compartimos el compromiso de promover un cuidado integral, respetar la dignidad humana y ofrecer una acogida compasiva a las poblaciones en situación de vulnerabilidad.
A través de este servicio, la Congregación amplía el alcance de su Misión Hospitalaria y pone en acción una de sus mayores premisas: generar transformación social en el ámbito de la salud mental.
De este modo, el carisma hospitalario se manifiesta siempre que alguien es acogido con humanidad, compasión y respeto por su individualidad, independientemente de su condición social. También se revela cuando la persona, incluso dentro de sus limitaciones, logra recuperar su rol en la sociedad y recibe un tratamiento que promueve no solo la salud mental, sino también el bienestar del cuerpo y el espíritu.
El impacto del CAPS en la salud mental de poblaciones vulnerables
La región de Parelheiros se caracteriza por altos índices de vulnerabilidad social, con gran parte de la población viviendo en condiciones de pobreza y falta de infraestructura básica. Esta realidad impacta directamente en la salud mental de la comunidad, ya que la falta de recursos, la violencia, la inseguridad alimentaria, la exclusión social y la falta de oportunidades educativas y laborales contribuyen al desarrollo y agravamiento de trastornos como ansiedad, depresión y estrés.
Además, Parelheiros está ubicado en una zona alejada de los grandes centros urbanos y cuenta con extensas áreas rurales, donde el transporte público es escaso y las distancias hasta los centros de salud son largas. Estas limitaciones dificultan significativamente la movilidad de la población, lo que hace que el acceso a los servicios de salud sea aún más desafiante. En este escenario, la salud mental a menudo queda en segundo plano, siendo descuidada tanto por los propios residentes como por los servicios de salud convencionales, que a menudo son insuficientes.
El trabajo del CAPS en regiones de vulnerabilidad social, como Parelheiros, es fundamental para garantizar el acceso a la atención en salud mental a poblaciones que, de otro modo, tendrían dificultades para recibir atención adecuada. En estas áreas, la precariedad de la infraestructura, la escasez de servicios públicos y las barreras socioeconómicas dificultan la búsqueda de asistencia, agravando los cuadros de ansiedad, depresión y otros trastornos psíquicos. El CAPS actúa como un punto de acogida esencial, ofreciendo un tratamiento continuo, humanizado y cercano a la realidad de estos territorios, reduciendo la necesidad de desplazamientos largos y mejorando la calidad de vida de los usuarios.
Además de la atención clínica, el impacto del CAPS va más allá de la salud individual, reflejándose en toda la comunidad. La unidad promueve actividades terapéuticas y acciones de rehabilitación psicosocial, fortaleciendo los lazos sociales y familiares, incentivando la reintegración de los usuarios en la sociedad y combatiendo el estigma asociado a las enfermedades mentales. De este modo, el CAPS no solo trata, sino que también previene el agravamiento de los trastornos mentales, contribuyendo a la construcción de una sociedad más acogedora y consciente de la importancia de la salud mental.
Atención a las comunidades indígenas
Actualmente, el CAPS Parelheiros atiende a la población indígena que vive en áreas de preservación de esta región. La atención se brinda a través de las Unidades Básicas de Salud (UBS), ubicadas en la Tierra Indígena Tenondé Porã, en colaboración con los equipos de Atención Básica.
Los equipos realizan visitas domiciliarias, atención individual y grupos terapéuticos, en la propia UBS o en espacios abiertos en las aldeas, con una frecuencia quincenal. También existe una iniciativa que fomenta la participación de los indígenas en las actividades realizadas en la unidad del CAPS Parelheiros, aunque esta integración es desafiante debido a la distancia y las dificultades de desplazamiento entre la reserva y el servicio.
Para garantizar un servicio más accesible y sensible a las necesidades de esta población, el CAPS cuenta con el apoyo de Agentes Comunitarios de Salud indígenas, quienes desempeñan un papel crucial en la movilización de la comunidad para el cuidado en salud mental. Además de facilitar el acceso a los servicios, estos agentes actúan como traductores entre el guaraní y el portugués, promoviendo una comunicación más clara y eficaz entre los profesionales de salud y los usuarios.
Aunque el enfoque terapéutico sigue los mismos principios aplicados a la población general, es esencial respetar las particularidades culturales para que el tratamiento sea eficaz y tenga en cuenta la individualidad de los usuarios, sus creencias y desafíos específicos. En la cultura indígena, la salud mental y la espiritualidad están profundamente conectadas. Así, además de los tratamientos médicos y el uso de medicación cuando es necesario, es común que los indígenas recurran al pajé —líder espiritual de la aldea— y asistan a las casas de reza como parte del proceso de sanación.
Esta relación entre el cuidado tradicional y la asistencia en salud mental quedó patente en un caso reciente. Una paciente indígena, al agravarse su cuadro mental, fue orientada a recibir un tratamiento más intensivo en el CAPS Parelheiros, lo que incluía la posibilidad de permanecer en la unidad algunos días para un seguimiento más cercano, una experiencia inédita para ella. Sin embargo, antes de tomar una decisión, la paciente optó por alejarse temporalmente para realizar rituales de sanación con el pajé.
Inicialmente, esta ausencia generó preocupación entre los profesionales de salud, quienes no pudieron contactar con la paciente durante algunos días. Sin embargo, al regresar al CAPS, mostró una mejora significativa en los síntomas, lo que evidenció la importancia de la espiritualidad en su proceso terapéutico. Con el tiempo, quedó claro que comprender y respetar las diferencias culturales es esencial para promover una atención más integral y humanizada.
De esta forma, el CAPS Parelheiros ha buscado no solo incluir los saberes tradicionales guaraníes en el contexto de la salud mental, sino también fortalecer su presencia en el territorio, estableciendo vínculos y construyendo la confianza necesaria para una atención verdaderamente acogedora.
El trabajo realizado por el CAPS Parelheiros es un ejemplo de cómo el cuidado psicológico y social puede ser humanizado, adaptado a las necesidades locales y contribuir a mejorar la calidad de vida de quienes más lo necesitan. Recibir el tratamiento adecuado transforma vidas, construyendo una sociedad cada vez más consciente del papel de la salud mental en el bienestar integral.





