Hospitalidad en acción: la misión en Timor Oriental
Desde agosto de 2023, las Hermanas Hospitalarias desarrollan su misión en Timor Oriental, una región marcada por desafíos sociales, económicos y sanitarios. A través del Centro de Salud Mental San Benito Menni, en Lahomea,Maliana, se acompaña con atención integral a personas que viven con trastornos mentales, muchas de ellas en situaciones de gran vulnerabilidad. Este artículo nos acerca a su labor cotidiana, que va más allá de las paredes del centro, recorriendo caminos difíciles para ofrecer escucha, cuidado, dignidad y esperanza.
Os invitamos a leer el testimonio de la Hna. Isabel Martins:
“Hola a todas las hermanas y a todos los que lean este artículo.
Nos han pedido que hablemos un poco de nuestra misión en Timor Oriental.
Creo que todas las hermanas saben que llevamos a cabo nuestra misión en el Centro de Salud Mental San Benito Menni, en Lahomea, Maliana, desde el 2 de agosto de 2023 (fecha de la inauguración oficial del centro).
Aunque ya habíamos empezado a visitar a algunos enfermos en las afueras de la ciudad y a llevar la comunión a varios ancianos y enfermos, lo cierto es que lo hicimos sin un plan muy estructurado.
Si queremos hablar de lo que hacemos, es casi inevitable que hablemos de nuestro trabajo dentro y fuera del centro, porque aquí salimos mucho en el cumplimiento de nuestra misión. «Somos muy viajeros, «¡en coche!» y siempre vamos en coches sucios. Para algunos es señal de que lo lavamos pocas veces y para otros es señal de que vamos a donde está la gente. Sí, vamos mucho, a donde están los usuarios. Muchos de ellos muy lejos y por caminos poco recomendables, sobre todo con lluvia. Pasamos por pantanos y ríos, por caminos de piedra y carreteras a medio asfaltar, un par de veces por una de las carreteras principales con trozos de asfalto. El precio del servicio desinteresado, de querer ser instrumentos del amor de Dios para quienes lo necesitan.
Hasta la fecha, hemos asistido y acompañado a 171 personas, un número muy significativo cuando hablamos de un solo municipio.
La mayoría son jóvenes de entre 21 y 35 años. Las personas mayores que atendemos suelen ser ya enfermos crónicos. Los diagnósticos más comunes son esquizofrenia, depresión, trastorno bipolar y trastornos de ansiedad.
Ya hemos conseguido «liberar» de sus cadenas a varios pacientes, uno de los cuales llevaba 10 años encadenado, otro unos 4 años y varios unos meses.
¡Los dos primeros casos son dignos de compasión! Nos permitieron vivir «en directo» el evangelio de la misericordia hasta que conseguimos convencer a las familias de que era posible recuperarlos.
Gracias a Dios, todos están bien. Por eso las familias se sienten confiadas y felices «cuando volvemos».
La mayoría de las consultas se realizan fuera del centro, porque en Timor Oriental, aparte de que todo es gratuito, no es muy habitual que los pacientes acudan a los centros de salud u hospitales, sólo suelen ir cuando la situación ya es grave, y en el caso de las personas con trastornos mentales, aún menos, porque todavía hay muchos prejuicios y, por tanto, vergüenza por parte de las familias.
Nos acompaña un Técnico de Salud Pública, que ha sido asignado por el Ministerio de Sanidad para trabajar con nosotros tres veces por semana y con la enfermera responsable de la salud mental en cada una de las zonas por las que viajamos, que llamamos Puestos de Avanzada, de los que hay cuatro (Atabae, Balibo, Cailaco y Bobonaro).
En las afueras de la ciudad de Maliana (que dividimos en cuatro zonas), también visitamos y atendemos una vez a la semana.
A pesar del cansancio que a veces sentimos al volver, el sentimiento de gratitud a Dios, por poder ser instrumentos en sus manos a pesar de toda nuestra pequeñez, para que muchos puedan experimentar su bondad y grandeza, es uno de los sentimientos más comunes que experimentamos y compartimos.
Lo que hacemos aquí es similar a cualquiera de nuestros Centros de Rehabilitación Psicosocial, aunque lo llamamos Centro de Salud Mental porque así nos lo ha aconsejado el Ministerio de Sanidad.
Funciona como Centro de Día de lunes a viernes de 8.30 a 16.30 horas. El número de personas que acuden al centro es todavía muy reducido (7 u 8) y muy variable. Solo dos usuarios son más regulares y a uno de ellos, le ayudamos a pagar el desplazamiento, porque si no, no iría.
Las razones son: 1) La dificultad económica para pagar la moto, el medio de transporte más utilizado (como el transporte público) que les puede llevar al centro y volver a casa.
2) La dificultad de acceso. Las carreteras están muy deterioradas.
3) La cultura, que en Timor Oriental no es de buscar el hospital, y aquí, el centro acaba siendo visto como «otro hospital».
Además del servicio de terapia ocupacional, que como he mencionado todavía tiene un número reducido de usuarios, ofrecemos consultas psiquiátricas y psicológicas. Cada mes tenemos alrededor de 15 citas dentro del centro, y algunos pacientes de más cerca vienen a recoger su medicación, pero todavía no son muchos.
Fuera del centro, podemos realizar entre 40 y 50 consultas al mes y un número muy reducido de visitas a domicilio.
Nuestro mayor problema en este momento es la falta de medicación especializada. Las existencias en el país son muy limitadas, lo que está empezando a provocar recaídas en algunos pacientes que ya se habían estabilizado. Esto no nos ocurre solo a nosotros, sino también a los hospitales y otros centros de salud, incluso estatales.
Nos gustaría señalar que ya tenemos cinco empleados trabajando con nosotros y que el Ministerio de Sanidad ya ha destinado a uno de ellos.”
En Timor Oriental, como en tantos otros lugares del mundo, nuestra misión es sencilla y profunda: estar presentes donde más se nos necesita, con profesionalidad, ternura y fe.
Seguimos confiando en que, con la ayuda de Dios y el compromiso compartido, podremos seguir sembrando esperanza allí donde la oscuridad aún pesa.
Enlace Video: https://youtube.com/shorts/_JE1_JLzPZY?feature=share